Tal parece que las cosas en Lobos BUAP siguen color de hormiga, sin despuntar ni conocer la victoria. Luego de 8 jornadas disputadas en el Torneo Apertura 2018 de la Liga Bancomer MX, el conjunto dirigido por Juan Francisco Palencia acumula tan solo cuatro puntos de 24 posibles.
El único triunfo del conjunto licántropo se dio en la segunda fecha del certamen, cuando recibió a Tiburones Rojos del Veracruz venciéndolos con un contundente 2-0. Desde entonces, han pasado por una mala racha.
Los número de Paco Palencia están en focos rojos al tener seis dolorosas derrotas, algo que no ha podido solucionar el estratega pese a los intentos de querer generar una idea futbolística, sin embargo, los universitarios no se sabe ni a que juegan.
La terquedad de querer mantenerlo al frente por parte de la directiva simplemente es el inicio de la tumba que están cavando los de pantalón largo, pues de no toma runa medida drástica el próximo torneo estarán hasta el cuello si Palencia no demuestra que sus jugadores se rompan el alma en la cancha.
La posición en la que se encuentran no es nada agradable, siendo penúltimos solo por encima de otro muerto, los Rojinegros del Atlas, un caso mucho mas grave aún debido a que no han ganado ni un juego.
El «gatillero» llegó para levantar al equipo de un mal momento pedido por Manuel Lapuente y parte de la directiva, sin embargo no ha podido con tan grande responsabilidad como se esperaba tras la experiencia mostrada con los Pumas de la UNAM en su primer torneo dirigiéndolos desde el banquillo, puesto que con dicho equipo llegó a la jornada 9 con 4 triunfos, 2 empates y 2 derrotas.
Las horas se agotan, el descenso y las multas no perdonan y esta vez si que deberían preocuparse los inversionistas del club porque comienza a apestar a una mala decisión en todas las líneas.
Por lo pronto hay que esperar si el rockero de la cola de cabello tiene alguna estrategia montada para sus próximos encuentros y agradecer así la oportunidad de respaldo que aun le tienen.
Este 16 de septiembre Palencia regresa al Estadio Olímpico Universitario, donde consiguió un par de campeonatos como jugador y no tan malos resultados como técnico metiéndolos a liguilla. En esta ocasión a cargo de una manada que está urgida de puntos y no quiere seguir muriéndose de nada. Una tarea que estadísticamente puede lucir complicada, ya que los de la BUAP no han conseguido victorias desde su debut en primera división contra los Pumas en ese escenario.