La Máquina Celeste llega a la última jornada del torneo Clausura 2025 como uno de los equipos más sólidos del campeonato, con el motor encendido, la moral al tope y una sola consigna: ganar en el infierno de Toluca para asegurar el segundo lugar de la tabla. Pero el verdadero protagonista de este resurgir celeste no está en la cancha, sino en el banquillo. Vicente Sánchez, el técnico uruguayo que llegó entre dudas y escepticismo, ha logrado en apenas tres meses lo que pocos imaginaron: un equipo fuerte, competitivo y casi imbatible.

Cuando tomó el timón tras la sorpresiva salida de Martín Anselmi, muchos pensaron que era un técnico interino más. Hoy, con 19 partidos dirigidos, una sola derrota y más del 75% de efectividad, el charrúa ha puesto su nombre entre los mejores debutantes en la historia reciente del club. Desde entonces, la racha invicta se extiende a 13 juegos, incluyendo la Liga MX y la Concachampions, donde el equipo también está en semifinales.

Desde el año 2000, Cruz Azul ha probado a más de una docena de entrenadores. Ninguno había logrado una efectividad tan alta como Vicente Sánchez en sus primeros 20 partidos. Ni campeones como Juan Reynoso, ni técnicos experimentados como Tena o Caixinha. Ni siquiera los que comenzaron con buen paso como Tomás Boy o Robert Dante Siboldi. Vicente está haciendo historia.

Y aunque su estilo es menos espectacular que el de su antecesor, el resultado ha sido más contundente. El equipo juega con orden, garra y mentalidad. La defensa responde, el mediocampo es sólido, y al frente, los goles han llegado cuando más se necesitan. Mientras Cruz Azul se mide con Toluca en un duelo de titanes, la atención está centrada en cerrar con broche de oro una fase regular casi perfecta bajo el mando del uruguayo.