Nacido en la ciudad universitaria de Erlangen, comenzó su trayectoria profesional en el Borussia Mönchengladbach de la Bundesliga. Durante cinco años cosechó participaciones que eventualmente le permitieron conseguir un exitoso fichaje con el Bayern Múnich, club con el que obtuvo sus primeros títulos nacionales. Posteriormente, fue traspasado al Inter de Milán, donde sus diversos éxitos le permitieron ser nombrado el Jugador del Año de la FIFA.

Este crecimiento se traslado con él en su regreso a Múnich, al salir victorioso de cuatro títulos de la Bundesliga, dos DFB-Pokals y una Copa de la UEFA. Con su Selección Nacional se coronó campeón del mundo en Italia 1990, además de contar con dos medallas de plata previo a su máximo logro. Además, destaca como uno de los jugadores con mayor cantidad de participaciones en mundiales, sumando un total de cinco. De igual manera, contribuyó como capitán a la victoria alemana de una Eurocopa.
Aunque posterior a su retiro se probó como entrenador, los resultados no fueron los esperados por su gran trayectoria dentro del campo. No obstante, sus grandes logros en carrera le permitieron posicionarse como uno de los futbolistas más aclamados de Europa, siendo incluso convocado a eventos de actualidad como una de las máximas leyendas del deporte. Su uso magistral del 10, contribuyó al fortalecimiento del dorsal como un símbolo de velocidad, visión y pasión por el balón.