Noche de gala la que se vivió en el Omnilife el día de ayer con el Clásico Nacional, y es que tanto Chivas como América despejaron las dudas que existen entorno a un devaluado enfrentamiento, quien diga lo contrario miente, y quien lo sostenga miente más luego de ver la sangre y calentura con la que se jugó el que al menos para los aficionados de Guadalajara y América, es sin duda el encuentro más importante del año.
Los dos equipos salieron en busca del resultado, pero fue Guadalajara que impulsado por la euforia de su grada tomó el control de las acciones durante la primera parte, y es que poco tiempo bastaría para que los rojiblancos se fueran arriba en el marcador con un golazo del “Cone” Brizuela, sin embargo el silbante anularía la acción que luego de las repeticiones posteriores concluyo fue mal invalidada. Al menos en el marcador todo seguía igual, y digo al menos porque la falla del silbante influyó directamente en el resultado y en el ánimo de Chivas.
Ya para el segundo tiempo las Águilas emprendieron el vuelo. Darwin convertiría el gol de la jornada y quizá el más importante de su estadía en América; posteriormente, Oribe Peralta ampliaría la ventaja luego de una gran jugada de Sambueza acompañada de la complacencia en la marca del “Dedos” López. Y para acortar la distancia Carlos “Gullit” Peña llegaría desde atrás para poner cifras definitivas a un resultado que mucho dolió al interior de Guadalajara y de los aficionados, Chivas perdió el que al menos en mi opinión fue su mejor partido de la temporada.