Renate Lingor nació en la ciudad alemana de Karlsruhe, donde desde pequeña se hizo evidente su pasión por el futbol. Con tan sólo 14 años, firmó su primer contrato profesional para iniciar su trayectoria con el SC Klinge Seckach en la popular Bundesliga, club con el que permaneció durante casi diez años. Posteriormente, pasó a formar parte del FFC Frankfurt donde se consolidó con un gran número de títulos entre los que destacan tres Ligas de Campeones y diversos campeonatos de Bundesliga.

Con la Selección Nacional de Alemania obtuvo su debut a los veinte años, sumando un total de 149 encuentros con 35 anotaciones internacionales. En representación de su país, obtuvo en dos ocasiones el mayor logro internacional al que un futbolista puede aspirar: convertirse en campeona mundialista. En Alemania 2003, Lingor contribuyó participando en cada uno de los encuentros, incluyendo la final contra Suecia. Posteriormente en China 2007, fue incluida dentro del equipo ideal del torneo.

Aunado a ello, su obtención de tres medallas olímpicas permitió su consolidación como una de las máximas referentes del deporte. A lo largo de los años, el número 10 históricamente reservado para los futbolistas de más alto nivel, encontró en Renate Lingor una digna portadora. Con un estilo de juego bastante característico con una visión natural para la construcción de jugadas desde el mediocampo, su legado representa hasta la actualidad un paso fundamental en el fortalecimiento del futbol femenil.