Antonín Panenka es un ex futbolista checoslovaco que ha pasado a la historia del fútbol gracias a su hábil y sorprendente forma de convertir el penalty que dio la victoria a la Selección de Checoslovaquia durante la Final de la Eurocopa.
En 1976 Checoslovaquia y Alemania jugaban la final de Europa; el encuentro se fue a los tiros penales y Alemania llegaba como campeón del mundo de 1974, mientras que el alemán Sepp Maier había sido nombrado el mejor portero del mundo. Panenka tenía la oportunidad en el último tiro penal de darle la gloria a la antigua Checoslovaquia y convertirse por primera vez en campeón de Europa. Panenka sabía que Sepp se lanzaría para su lado izquierdo un instante antes de golpear la pelota, fue entonces cuando conectó con la punta del zapato la parte inferior de la pelota que se levantó un par de metros haciendo una parábola hermosa e imposible de olvidar, al punto que cada que alguien ejecuta de esa forma un penalty, se dice que lo tiro al estilo PANENKA.