Hoy se cumplen exactamente 35 años desde que la Selección Albiceleste comandada por Diego Armando Maradona se coronaban por segunda ocasión campeones de la Copa del Mundo México 86. Fue el mismo capitán argentino, quien de manos del presidente de México, Miguel de la Madrid, recibió el trofeo que consagró a los argentinos como una de las mejores selecciones del planta.
La Final del México 86, se llevó a cabo el domingo 29 de junio en el Estadio Azteca, lugar donde Argentina dirigida por el doctor Carlos Salvador Bilardo derrotó a la Alemania Federal tres goles por dos y así, luego de ocho años antes conseguir su segundo campeonato.
Además del Pelusa, destacan futbolistas como Jorge Valdano, José Luis ‘Tata’ Brown, Oscar Ruggeri, Jorge Burruchaga y Nery Pumpido, un equipo ganador, invencible. Argentina formó parte del Grupo A, donde además estaban el campeón Italia, Bulgaria y Coreo del Sur. El equipo de Bilardo arrancó con un triunfo por 3 a 1 ante Correo, la selección más débil de la zona.
Italia fue la segunda prueba para los sudamericanos. La Azzurra inició el encuentro ganando 1 a 0 tras un polémico penal que Altobelli convirtió a los seis minutos de juego. Pero la escuadra argentina empezó acomodarse en el campo y con un gran gol de Maradona, saco un remate imposible e imparable para Galli, para poner 1 a 1 el marcador final.
Ya en la último partido de Fase de Grupos, Bulgaria no opuso demasiada resistencia, el triunfo 2 a 0, dejaron claro que la Argentina iba por buen camino, pero el mundial estaba comenzando.
La Selección de Uruguay, con poco fútbol, esperaba con ansias el llamado Clásico Sudamericano, ya que la historia entre estas dos selecciones que se conocían tan bien, era sinónimo de un fútbol intenso de pocos goles y alta adrenalina. Argentina logró anotar un solo gol de Pedro Pablo Pasculli, que aseguraba el pase a la siguiente fase.
A continuación, llegaba el partido que catapultaba y catalogaba a Maradona como el “Mejor del Mundo”. Inglaterra era el rival a vencer y el 10 tuvo un partido brillante, con dos de los goles más memorables que lo marcaron para el resto de su carrera. El primero, con la mano, la famosa “Mano de Dios”; el segundo, el mejor gol de todos los tiempos: el Pelusa arrancó en su propio campo con el balón en los pies, dejando en el camino a Hoddle, Reid, Butcher, Fenwick y al arquero Shilton, y anotó el 2 a 0 más impactante en la historia del futbol.
Por los ingleses, Lineker acortó el marcador poniendo el 1 a 2, pero la Argentina se terminó imponiendo con justicia y avanzó a la semifinal. Bélgica, equipo que llegaba tras eliminar a la España de Butrageño, avanzaba luego de una tanda de penales.
Ya en la Semifinal, otra vez el 10 albiceleste, anotó dos nuevo golazos para poner a su selección nuevamente en una Final de la Copa del Mundo. Mientras que en la otra llave, Alemania venció 2 – 0 a Francia, que era otra de las selecciones favoritas con Platini como figura.
Argentina contra Alemania, un partido que pocos imaginaban pero que presentaba a los mejores jugadores de cada continente. Los sudamericanos comenzaron dando el primer golpe cortesía de José Luis Brown, y luego Valdano aumentaba la ventaja sobre los teutones que parecían no dar la casta. Los germanos replantearon su estrategia y al minuto 29, Rummenigge anotaba 1 – 2 y 6 minutos después, Voller empataba, a 10 minutos de la final.
Todo indicaba que se venía el tiempo suplementario. Pero Maradona, que no había tenido un gran partido y había sido bien marcado por los rivales, metió un gran pase gol para Burruchaga y a siete minutos del final, la Argentina volvió a estar arriba en el marcador: 3 a 2.
Así, se terminó un Mundial histórico, donde la Albiceleste arrancó de menor a mayor y fue creciendo partido a partido. La estadística indica que jugó siete partidos, ganó seis y empató uno, con 13 goles a favor y cinco en contra.
La Selección se terminó consolidando como equipo y como grupo, y tuvo a un Maradona en un nivel extraordinario para quedarse con la segunda Copa del Mundo de su historia.