¿Ustedes se acuerdan de Edgar Davids? Un neerlandés que se caracterizaba por sus rastas y sus gafas (padecía glaucoma ocular), lo cual lo convirtieron en uno de los futbolistas más carismáticos de todos los tiempos.

A lo largo de su carrera defendió los colores del Ajax, Milan, Juventus, Barça, Inter, Tottenham, Crystal Palace, Swansea y Barnet. Era un todoterreno que abarcaba mucho espacio en el centro del campo. Su garra y esfuerzo eran innegociables y además presumía de un gran toque de balón. Logró alzarse como campeón de la Champions del 1995 con el Ajax de Van Gaal.

A principio del curso 2003-04 el fichaje de Ronaldinho inundó de ilusión al barcelonismo, pero el equipo de Rijkaard no acababa de funcionar. A pesar de los grandes nombres como Puyol, Xavi o Luis Enrique faltaba esa pieza que ayudara a ‘carburar’ al equipo, por eso en el invierno de la temporada Davids llegó a los culés y encajó de maravilla en el club.

Tras su carrera como jugador profesional, comenzó a dirigir, primero como jugador/entrenador en el Barnet del futbol inglés, después en la Sub-20 de su país. Su último equipo fue el Sporting Clube Olhanense, un equipo del futbol portugués.