Carlos Vela ha dicho basta. A los 36 años y tras varios meses de silencio, el futbolista mexicano anunció oficialmente su retiro, cerrando así una trayectoria que desafió los moldes del futbolista tradicional. Aunque sus últimos minutos sobre el césped ocurrieron en octubre de 2024, su despedida ya es una realidad: Se va el genio que prefería la tranquilidad antes que los reflectores.

Aunque hace meses su contrato con LAFC había expirado, hoy la historia con el club angelino continúa: Vela será el primer Embajador oficial del equipo y será homenajeado el próximo 21 de septiembre en el BMO Stadium durante la emotiva ‘Noche de Carlos Vela’. Será un adiós sin balón, pero con el corazón de miles.

Vela fue mucho más que goles. Llegó en 2018 para convertirse en el primer jugador franquicia de LAFC, y se transformó en el alma de una afición que lo vio brillar con elegancia. Con los aurinegros ganó la MLS Cup, dos Supporters’ Shield y una U.S. Open Cup. En 2019 firmó una temporada de ensueño: fue MVP, Bota de Oro y rompió el récord de goles en temporada regular con 34 tantos.

Carlos Vela es también el símbolo de lo que pudo ser en el futbol mexicano, pero nunca fue. Se marchó al Arsenal sin haber debutado en Primera División con Chivas, y lo que siguió fue un recorrido europeo que incluyó al Salamanca, Osasuna, West Bromwich y, sobre todo, a la Real Sociedad, donde vivió sus mejores años en LaLiga. Fue figura indiscutible en San Sebastián y rechazó ofertas millonarias por seguir su propio camino.

A nivel selección, brilló desde joven: fue campeón mundial Sub-17 y disputó dos Copas del Mundo con la mayor (Sudáfrica 2010 y Rusia 2018), además de ganar dos Copas Oro. Pero su relación con el Tricolor fue intermitente, marcada por desencuentros con directivos y decisiones personales que generaron controversia. Hoy, Vela se retira como uno de los grandes. No por los trofeos ni por los titulares, sino por haberse mantenido fiel a sí mismo hasta el final.