Desde muy temprana edad y con apoyo de su familia, Lindsey comenzó a practicar y construir su personalidad como futbolista. A partir de ese momento, empezó a realizar cambios en su vida escolar que estaban direccionados a cumplir su sueño de poder jugar en la selección nacional de Estados Unidos. Es así como a los dieciséis años emprendió su camino hacia Europa para iniciar su trayectoria profesional con el Paris Saint Germain (PSG), equipo con el que se mantuvo durante dos años y registró 46 goles en 58 partidos.
Para 2015, la joven futbolista tuvo un cambio hacia el Portland Thorns FC, en el cual logró posicionarse rápidamente como un elemento clave del cuadro titular. Su desempeño contribuyó a la victoria del club en la Copa de la National Women’s Soccer League (NWSL) en 2017, al igual que a la obtención del reconocimiento como Jugadora Más Valiosa (MVP) tanto en el mismo año, como en 2018.
Aunque en años posteriores había formado parte de la sub 17 y 20, fue hasta 2013 que tuvo su debut oficial con la selección mayor estadounidense en la Copa de Algarve. A partir de ese momento, comenzó a posicionarse como una de las futbolistas más importantes del país, logrando en 2019 contribuir a que Estados Unidos se volviera bicampeona del mundo. Posterior a ese logro, fue fichada por el ocho veces ganador de la Champions Olympique de Lyon, y el cual es el club con el que prevalece hasta hoy en día.
Entre sus logros futbolísticos también destaca una medalla olímpica de bronce y otra de oro con Estados Unidos, un reconocimiento como jugadora del año con la selección nacional y un título de Copa Europea con el Olympique de Lyon.
En la actualidad, Horan es considerada una de las mejores centrocampistas a nivel internacional. Asimismo, los diversos reconocimientos obtenidos tanto con clubes, como con la selección estadounidense le han permitido posicionarse dentro del listado de las cinco jugadoras mejor pagadas en todo el mundo. Por su trayectoria y constante compromiso con el fútbol, la capitana de Estados Unidos destaca como un referente clave del fútbol femenil portando siempre el icónico número diez de la selección.