Hoy en el día del portero traemos a una leyenda de las porterías en México, al gran Pablo Larios Iwasaki. Un arquero de raíces japonesas que marcó a una generación de porteros mexicanos; fue titular en México 1986 y forjó su carrera con Puebla, Cruz Azul y Toros Neza.

El oriundo de Zacatepec, Morelos nació el 31 de julio de 1960 y revolucionó la posición con salidas que se consideraban arriesgadas y por su hábil juego de pies.  Como jugador logró un campeonato con el Puebla en la 89-90 y múltiples subcampeonatos con Cruz Azul (86-87 y 88-89) y el extinto Toros Neza (Verano de 1997).

Larios se convirtió en un símbolo de todos los clubes a los que ha perteneció, todo gracias a su carácter, entrega, su pundonor y sobre todo, su calidad.  Pero los éxitos deportivos van más allá cuando hablamos de todo lo que le aportó a los porteros nacionales, pues Jorge Campos ha mencionado en múltiples entrevistas que fue su ejemplo a seguir y quien lo motivó a desarrollar el estilo que lo hizo famoso.

Tras su retiro se dedicó a la fabricación de uniformes de guardias de seguridad, con ayuda de su esposa Daniela Rodriguez Carrasco en la ciudad de Puebla. Falleció el 31 de enero de 2019, a la edad de 59 años, pero su leyenda vivirá para siempre.