El director técnico del Manchester United Ole Gunnar Solskjaer se encuentra en el ojo del huracán desde hace un par de semanas. El noruego que este año inició su tercera temporada en el club (sin contar los meses que estuvo en el cargo después de la salida de Mourinho) y si bien la calidad de la plantilla ha mejorado de forma radical, el nivel en el campo lleva estancado un tiempo, y en este inicio de campaña inclusive ha bajado.

Tras una humillante derrota 4-2 frente al Leicester, los red devils de Solskjaer se medían a la Atalanta con la necesidad de ganar, y a pesar de una épica remontada y los tres puntos para los de Old Trafford, seguimos con la impresión de que el brillo del equipo se debe más a las individualidades como Bruno Fernandes o Cristiano Ronaldo que a las tácticas del noruego.

Este domingo se enfrentan al Liverpool en una nueva edición del clásico inglés, partido que hace un par de años fue el que puso fin a la era de su antecesor José Mourinho. Y si eso no fuera suficiente, le seguirán encuentros frente a los Spurs, Atalanta y Man. City. Creo que es una apuesta segura el pensar que dependiendo de esta racha de partidos dependerá el futuro de OGS en los banquillos.

Lo que es un hecho es que el Man. United tiene el tiempo contado, buscan renovar a Pogba, Ronaldo y Cavani no se vuelven más jóvenes, son 5 años y contando sin un trofeo y en el mercado se encuentran libres entrenadores como Zidane o Conte. Debemos entender que el Manchester United es un equipo plagado de estrellas y que si OGS no va a dar un paso al frente, hay entrenadores más capacitados para liderar el barco.