El tuerto es rey en el país de los ciegos. Un refrán que más de uno de nosotros hemos escuchado, y en mi opinión eso es justo lo que le pasa a la selección mexicana. Cada proceso mundialista ocurre lo mismo, iniciamos bien, a base de victorias a islas y selecciones «inferiores» nos posicionamos entre los 10 mejores selecciones del ranking FIFA, para a la hora de la verdad quedarnos entre los 16 en el mundial.

El futbol mexicano está estancado, tiene un techo en la CONCACAF, y desde que dejamos de participar como invitados en CONMEBOL, el techo es todavía menor… dejamos ir a los Boca y River para mejor jugar torneos irrelevantes contra el Cincinnati F.C.

Nuestros directivos están estancando el nivel de la liga y selección para acrecentar la riqueza y los ingresos. La realidad es simple, pero también es dura. México no va a dar un paso adelante si nuestro modelo de competencia es jugar contra Estados Unidos y selecciones de Centroamérica. Necesitamos urgentemente volver a CONMEBOL si queremos verdaderamente aspirar a más que ganar la Copa Oro y llegar a octavos de final en un mundial.

Pero como no se ve que eso vaya a pasar pronto ¿Qué tenemos mientras? Ah, claro. Un torneo que nadie pidió entre la Liga MX y la MLS.