Permanecer con un sistema de juego no es fácil en el futbol mexicano, la necesidad de resultados inmediatos, la presión que significa el ser olvidado por la afición después de dos derrotas llevan en la mayo parte de los casos a los técnicos a olvidar el trabajo con el que iniciaron.

Esto era más que entendible si vemos a clubes como Lobos BUAP, equipo que no ganaba desde el primer mes de competencia y que llegó a acumular hasta siete partidos sin conocer la victoria, hasta la nueva racha de triunfos consecutivos.

Pero, en el fondo Lobos BUAP siguió siendo el mismo, equipo que prefería el manejo en medio campo, jugar con un punta, a veces haciéndolo de forma engañosa con volantes ofensivos y que buscaba detener el balón con sus contenciones para no tener que sufrir en defensa.

Este sistema solo necesitaba de gol y se vio reforzado con la llegada de Leonardo Ramos, quien sin ser el mejor de los ofensivos tiene capacidad de gol. En sus presentaciones lo ha mostrado, estirando la pierna para vencer a León, con remates de cabeza preciso y colocándose en el lugar oportuno para definir.

Si bien todas las miradas van a su figura, el resto sigue siendo el mismo, una lucha de diez jornadas de Francisco Palencia porque le resultaran los planes como ahora.

Rumbo al derbi poblano llegan motivados, con idea, con goles y mejor que sus vecinos. El partido luce como un buen recuento con su escasa afición, veremos si aprovechan la oportunidad o se queda en promesa el despertar del Lobo.