En una noche que rozó lo cinematográfico, la Máquina Celeste aplastó 5-0 al Vancouver Whitecaps en el Estadio Olímpico Universitario y sumó su séptimo título continental, igualando al América como el máximo ganador del torneo en la región. Desde el silbatazo inicial, el dominio fue total. Ignacio Rivero abrió el marcador al minuto 8 y desde ahí se desató una exhibición ofensiva a la que le siguieron los goles de Lorenzo Faravelli (28’), Ángel Sepúlveda (37’, 50’) y Mateusz Bogusz (45’).

Además del trofeo y la euforia de una afición celeste que llenó el Olímpico y coreó a figuras como Santiago Giménez —presente en la tribuna—, Cruz Azul obtuvo un botín multimillonario. Según la Concacaf, el campeón 2025 se llevó más de 5 millones de dólares en premios, quintuplicando lo que se otorgaba en ediciones anteriores. Una cifra que refuerza el resurgimiento institucional del club.

El triunfo le abre también las puertas a la Copa Intercontinental 2025 y, aún más importante, al Mundial de Clubes FIFA 2029, donde se codeará con campeones como el PSG y Al-Ahli en un formato ampliado de 32 equipos. Este campeonato también sirve como redención luego de haber sido eliminado por el América en semifinales del Clausura 2025. Mientras los azulcremas se quedaron sin Mundial tras perder ante LAFC en el último suspiro, Cruz Azul se alzó como el salvador del prestigio de la Liga MX.

Con esta victoria, Cruz Azul amplía su legado: fue el primer tricampeón de la Concacaf en 1969, 1970 y 1971, y ahora, en 2025, iguala a su acérrimo rival en la cima del palmarés regional. Los títulos conseguidos en 1996, 1997, 2014 y ahora, redondean una historia de grandeza internacional que vuelve a encender la pasión de su afición. El semestre, que comenzó con turbulencia, cerró con un título, más de 97 millones de pesos en premios, dos clasificaciones internacionales y una plantilla rejuvenecida que promete más.