Esta mañana Sony presentó al mundo de qué está hecha su nueva consola, la esperada PlayStation 5, y fue el arquitecto de ésta, Mark Cerny, el encargado de mostrar a los usuarios qué es lo que les espera. No es broma al decir que lo que vimos es poder y velocidad cómo nunca antes en una consola.

La PS5 tendrá un CPU AMD Zen 2 de ocho núcleos personalizado con 3.5GHz de frecuencia (variable) y una GPU personalizada basada en el hardware de arquitectura RDNA 2 de AMD con 10.28 teraflops y 36 unidades de cómputo con frecuencia de reloj a 2.23GHz (también frecuencia variable).

Vendrá con 16 GB de RAM GDDR6 y almacenamiento SSD personalizado (SSD NVMe) de 825 GB, que permitirá tiempos de carga hasta 100 veces más rápidos comparado con modelos anteriores. Por ejemplo, la PS4 se tarda aproximadamente 20 segundos en cargar 1 GB, en la PS5 la cifra sube a 5GB por segundo. Por si fuera poco, al parecer, la SSD interna permitirá futuras actualizaciones.

La nueva consola de Sony no se limitará al almacenamiento SSD, también soportará discos duros externos (sobre todo para los juegos de PS4) y vendrá con una unidad de Blu-ray 4K incluida, aunque los juegos que se descarguen por esta vía aún requerirán instalación en el SSD interno.

La CPU y la GPU de esta nueva consola de Sony funciona con frecuencias variables, haciendo que el hardware ejecute una frecuencia diferente dependiendo la necesidad, permitiendo que la potencia no utilizada por el CPU, por ejemplo, vaya directamente a la GPU, aumentando así la velocidad.

La PS5 soportará juegos desde 4K a 120Hz hasta 8K, además de que tendrá audio envolvente ( como si se tratará de un 3D auditivo), un modo de bajo consumo de energía, además de la ya anunciada retrocompatibilidad.

Con información de codigoespagueti.com