La selección alemana está entrando en una fase revitalizada bajo la dirección de Julian Nagelsmann, quien ha logrado imprimir un estilo de juego dinámico, de alta presión y gran adaptabilidad táctica. Tras caer en el partido por el tercer lugar de la Liga de Naciones ante Francia, Nagelsmann valoró los avances del equipo y confía en que pueden cerrar la brecha con las selecciones élite, siempre que mantengan este nivel de consistencia en las eliminatorias. Gracias a su victoria en la eliminatoria ante Italia, Alemania se aseguró un camino más favorable hacia la clasificación mundialista, ingresando al Grupo A para la fase de clasificación europea, donde enfrentará a Eslovaquia, Irlanda del Norte y Luxemburgo.
La nueva era alemana está liderada por talentos brillantes como Jamal Musiala y Florian Wirtz, quienes han sido elogiados por Toni Kroos por su capacidad para transformar situaciones complejas en oportunidades decisivas. Ambos pueden asistir y también definir, lo que los convierte en puntales cruciales del mediocampo ofensivo de cara al Mundial. Además, Nagelsmann apuesta por renovar el centro del campo con jóvenes como Angelo Stiller y Aleksander Pavlović. El estratega ha destacado que Pavlović debe consolidarse en su club para tener una oportunidad real de ser pieza clave en el Mundial. En la portería, el entrenador aseguró que Marc-André ter Stegen seguirá siendo el guardameta titular cuando recupere su estado físico, descartando el regreso de Manuel Neuer tras su retiro en agosto de 2024.

Por último, es necesario destacar el gran ambiente entre jugadores y cuerpo técnico, pues esto refleja “algo especial”, según palabras de Nagelsmann, la cual ha cimentado una cohesión en ascenso y un enfoque renovado tanto mental como táctico. Con un grupo de clasificación relativamente accesible, Alemania tiene ante sí la oportunidad de encaminarse hacia una fase final fuerte, sin descartar en absoluto que puedan reconquistar su estilo tradicional y pelear por su quinto título mundial.