La selección alemana es uno de los equipos más grandes en la historia del futbol, no solo por sus logros y su estilo de juego, sino por su vestimenta. Sin embargo, una que fue parteaguas sobre su equipación se dio con miras al Mundial de Italia 1990.

Hasta la Copa del Mundo de 1986, el uniforme sólo había tenido los colores blanco y negro, y una porción extremadamente mínima de rojo y amarillo. Estos colores crecerían de forma exponencial para la playera que utilizó Alemania en aquel Mundial. Si bien el blanco se mantuvo como el color dominante y el negro en los bordes, el rojo y amarillo se apropiaron del pecho, con tres franjas representando los últimos mundiales que no había podido ganar.

El short se mantuvo negro con números en blanco y esta fue la indumentaria con la que Alemania logró salir adelante en Italia y ganar el tercer campeonato del mundo de su historia ante la Argentina de Diego Armando Maradona, todos liderados por Lothar Matthaus.