Seamos honestos, la nueva normalidad no es para nada normal, y en el futbol mexicano todavía menos. Este año pudimos ver la tan ansiada novena, el fin de la sequía del Cruz Azul y el final de una burla de dos décadas al tercer club más grande de México. Vimos ese título de liga en medio de estadios con aforos limitados, cubrebocas y campañas de vacunación.

Y para no desentonar, el torneo siguiente a ello, el Atlas, el equipo con más años sin levantar un título de liga se coronó campeón tras 70 años de espera. Desde la temporada 1950-1951 que los rojinegros del Atlas no podían levantar ese trofeo y tuvo que pasar en 2021, en medio de una pandemia que pronto superará los dos años con nosotros.

Y es que en un momento tan complicado para el mundo, el futbol ha servido como una distracción y un símbolo de esperanza por lo menos para un gran grupo de aficionados. No se podrá olvidar las imágenes de los padres celebrando el campeonato del Cruz Azul con sus hijos, como retumbaron las calles de la Ciudad de México y como el Estadio Azteca se convirtió en un mar de lágrimas; pero no lagrimas de tristeza, no eran las mismas que muchos de estos aficionados dejaron caer por fallecimiento de sus familiares a causa del Covid, o al enterarse que debido a recortes de presupuesto ya no tendrían empleo, no… eran lágrimas de felicidad, de poder al fin decir «Cruz Azul es campeón»

Ayer se vivió más de lo mismo. Imágenes de adultos mayores llorando por poder volver a ver campeón al Atlas, gente que no pudo ir al estadio porque la edad ya no se lo permite, pero lo vivieron en casa con la compañía de sus hijos y nietos; las escenas de toda esa gente que llevó fotos al estadio, fotos de aficionados rojinegros que ya no estuvieron para ver a los zorros levantar la segunda liga.

En uno de los años más complicados para México en la historia reciente, por lo menos podemos celebrar que las dos aficiones más golpeadas por el futbol, pudieron sonreír; sonrisa que les fue negada por muchísimos años.

Felicidades al Cruz Azul, felicidades al Atlas, demostraron que todo lo malo termina; y para Puebla y Necaxa, que llevan muchos años sin levantar la liga, o para Mazatlán, Querétaro, Juárez o San Luis, que jamás lo han logrado; tranquilos… Siempre se menciona que él futbol da revancha, pero sobre todo oportunidades. 2021 fue un año difícil; pero fue un gran año para el futbol mexicano.