Sí, sí, ya sabemos que no uso la «10» en su club, sin embargo, el nombre de Tomás Boy es sinónimo de victorias en Tigres, club al cual le dedicó mucho de su talento en la cancha lo cual le convirtió en una leyenda felina.  Es por eso que en su aniversario luctuoso queremos hacerle un tributo al ‘Jefe’, quien tuvo grandes momentos durante su vida dedicada al fútbol. 

Tanto en su faceta de jugador, cómo de entrenador dejó una huella imborrable en la memoria de los aficionados y aquí les traemos algunos de los momentos más destacados de su carrera.

Último gol como Tigre fue en Clásico Regio

El oriundo de la Ciudad de México se despidió de la camiseta amarilla anotando un último gol con el club de sus amores durante el Clásico Regio. El «jefe» realizó el único tanto de Tigres en la derrota 2-1 frente a Rayados.

Inauguró las redes del Estadio Corregidora

Jugando para la Selección Nacional anotó el primer gol en el Estadio Corregidora de Querétaro. El 5 de febrero del año 1985, con un tiro libre en contra de Polonia, el mediocampista inauguró el estadio y el marcador del partido.

Capitán del Tri 

El «jefe» portó el gafete de capitán de la Selección Mexicana para el Mundial de 1986. La presencia que derrochaba en campo, llenaron el ojo de Bora Milutinovic quien lo puso como líder auténtico en la justa.

Del retiro al banquillo

La etapa final de Tomás como futbolista fue muy rápida, pasó de ser jugador a entrenador en el mismo año. En 1988 salió del conjunto de Tigres para emigrar al fútbol estadounidense con el San José Earthquakes, con 37 años y pocos meses después de haber sido fichado, tomó las riendas en el banquillo.

Polémicas con Gignac

Existía la idea de que a Boy le molestaba que otro jugador opacara sus números con Tigres, en este caso con el francés André Pierre-Gignac, quien lo desbancó como máximo goleador de los felinos. En el Apertura 2019, cuando era entrenador de Chivas, el «Jefe» le gritó a Gignac: «Yo soy el número 1, te espero allá afuera», bronca que se originó desde el campo y que pasó para la posteridad. Un año después, optó por la paz y se reconcilió con un abrazo.

Festejos y bailes provocativos

Algo que caracterizó bastante a Tomás Boy fueron sus festejos y bailes cuando su equipo anotaba. Cómo olvidar el baile que hizo cuando dirigía al Atlas (en un juego contra el León), cuando clavó los brazos como si fueran martillos, dándo una última estocada. Se volvió tan popular que lo realizó en diversas ocasiones, aunque a veces no cayeron nada bien en sus rivales.

«Sólo una vez bailé, hice una danza, pero me salió mal y pareció baile. Es una danza de la época de los cheyene y cheroquis. Es de arrancar cabelleras al muerto, como premio de haber vencido al adversario, así con gusto» declaró.

Marco Fabián y el Karma

En 2015, en los cuartos de final que enfrentaron a Atlas y Chivas, Boy señaló que Fabián era un futbolista que vivía de «un golazo cada cinco años». El karma fue duro con el técnico que tres días después vio la eliminación de su equipo en manos del rebaño por marcador de 4-1, tres de esos goles anotados por «Marquito».

Ausencia de títulos

En más de tres décadas en los banquillos, Boy jamás logró hacerse de un título como entrenador. Pese a que creó plantillas bastante competitivas tales como: Atlas y Monarcas. Lo más cerca que estuvo del campeonato fue en el Clausura 2011, cuando cayó 3-1con los purépechas en la final frente a Pumas.

Nunca regresó a casa

A pesar de ser el club de sus amores, nunca sabremos por qué nunca dirigió a los regiomontanos. El rumor más grande fue que la dirigencia comandada por Mario Castillejos en el 2004 buscó los servicios de Boy, pero esto no se consumó tras ser despedido al tercer día, por lo que nunca sabremos qué habría sido capaz de lograr en el banquillo felino.