El expresidente de la FIFA. Joseph Blatter no estaba muerto, solo salió a declarar que Estados Unidos sería capaz de organizar la próxima Copa del Mundo del 2022 después de las polémicas relacionadas con la corrupción tras la adjudicación de la sede en Catar, país que albergará el próximo mundial.

«Estados Unidos podría hacerlo (en 2022) en lugar de 2026, ¡son capaces, no es ciencia ficción! Japón también podría hacerlo. También se ofrecieron para organizar el Mundial de 2022», dijo Blatter en una entrevista con el diario ‘Bild’

Estás declaraciones se dieron a partir del caso denominado FIFA Gate, el cual ha sumado un nuevo capitulo en los tribunales de Brooklyn cuando la fiscalía publicó nuevas denuncias vinculadas a la causa que estalló el pasado 2015 donde se revelaron los oscuros manejos que existían dentro de la Casa Madre del fútbol mundial.

Donde según, el periodista especializado Ken Bensinger, reveló que hubo dirigentes latinoamericanos que recibieron millones de dólares para votar por Rusia o Catar como sedes de los Mundiales 2018 y 2022. 

En este contexto, el ex presidente de la entidad internacional, quien también ha sido investigado por su presunta administración fraudulenta, Joseph Blatter, agregó “Afortunadamente, la Copa del Mundo 2022 solo tendrá 32 equipos y no 48 como había planeado Gianni Infantino. El esfuerzo organizativo no sería mayor que el de 2018″, argumentó el suizo y aclaró: Alemania también podría hacerlo. Pero esto significaría que la Copa del Mundo se organizaría nuevamente en Europa después del año 2018”.

Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha acusado a un total de 45 personas y a varias empresas deportivas de más de 90 delitos, como pagar o aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.

De los 45 acusados, cinco han fallecidoUn total de 22 se declararon culpables, y de ellos sólo seis han sido sentenciados. Una docena aún están en sus países, donde fueron procesados por la justicia local o están en libertad mientras combaten la extradición. Solo fueron a juicio tres jerarcas que se declararon inocentes. El ex jefe del fútbol brasileño José Maria Marín y el ex jefe de la Conmebol, el paraguayo Juan Ángel Napout, fueron hallados culpables y condenados a penas de prisión, mientras que el ex jefe del fútbol peruano Manuel Burga fue absuelto.