Rodrigo Ruiz nació en Santiago de Chile el 10 de mayo de 1972, debutó en la Unión Española de la mano del técnico uruguayo Nelson Acosta en 1992 a los 20 años de edad, en un partido contra Cobreloa. Ahí, su compañero, el argentino Mario Lucca, lo bautizó como el «Pony» debido a su gran velocidad a pesar de ser de estatura baja.

Llegó al Puebla de la mano de Alfredo Tena, con los camoteros debutó el 4 de diciembre del 94 en la derrota por 0-4 contra el Necaxa.​ Sin embargo, debido a sus cualidades y entrega, instantáneamente se convirtió en pieza clave de los poblanos. Aquella temporada disputó 33 encuentros, anotó en cuatro ocasiones y asistió siete veces. En la siguiente temporada, disputó 32 partidos, marcó cuatro goles y asistió en dos ocasiones.

En un movimiento inesperado fue transferido a Toros Neza, donde mostró su calidad por varias temporadas. Tras un paso memorable en Neza, llegó al Club Santos Laguna en el Torneo Verano 2000, donde se convirtió en pieza fundamental para la coronación de los «guerreros» en 2001, formando una pareja explosiva con Jared Borgetti. 

El «Pony» es considerado el mejor pasador en la historia de la Primera División mexicana. En México anotó 118 goles y dio 199 asistencias en 638 encuentros. Es catalogado como uno de los mejores futbolistas extranjeros que han llegado al futbol nacional.

Las principales cualidades del “Pony” eran sus pases, su explosividad y su visión de campo. Poseía una gran técnica, regate y habilidad para el uno contra uno. Dominaba ambos perfiles y ponía servicios exactos a sus compañeros.  Esta habilidad le valió para ser líder de asistencia en seis torneos. 

El 7 de junio de 2013, jugando para los Tecos, anunció su retiro de las canchas de forma definitiva después de 23 años como futbolista profesional. Tras esto, el “Pony” comenzó su carrera como entrenador.

Entre recuerdos y anécdotas Pony Ruiz nos cuenta un poco más en Leyendas Enfranjadas