La creación de la Liga de Balompié Mexicano llegó como una nueva y tentadora oportunidad de trabajo para jugadores profesionales, incluso para aquellos entrenadores que hoy día no tienen trabajo y buscan continuar dicha función.
Por lo que algunas de las Franquicias Fundadoras que conforman la nueva liga ya han ofrecido el puesto de Directores Técnicos, pero los hombres que en su momento han dirigido en equipos de la Liga MX y la desaparecida Liga de Ascenso han optado por rechazar por temor a que los veten de su principal objetivo, que es; dirigir un club de primera división.
¿Acaso la Liga MX castigará a todo aquél que desee salirse del huacal? Pues bien, como recordarán en su momento existió el Pacto de Caballeros, el cual, es un acuerdo informal entre dos o más partes, que en este caso sería entre directivos de la liga, dueños de los equipos y la fuerza laboral, jugadores, estrategas y cuerpo técnico, etc.
Aunque dicho pacto que se supone ya no existe en nuestro fútbol, hace creer que aún hay cierto poder que toma decisiones para realizar acuerdos por ‘debajo de la mesa’, negar, o hasta bloquear en que se vuelva a pisar un campo de fútbol en México, algo así como un “acuerdo de honor”.
Esto hace que estrategas que se han consolidado en el balompié mexicano, hayan o no conquistado torneos dentro de la Liga MX y la de Expansión, continúen en lista de espera para su llamado antes de probar suerte en la LBM.
Porque nos guste o no como se maneja la Federación Mexicana de Fútbol, es la única liga mexicana avalada por la FIFA, lo que hace que por el momento la liga Somos Balompié, aún con ex jugadores reconocidos a nivel mundial, sea sólo una competencia alternativa.