Benito Pardo fue un jugador nacido en Galicia que emigró con su familia a los dos años de edad, adoptando la nacionalidad mexicana casi por default. Jugadorazo que en los 70 no había quién le hiciera sombra jugando en el Atlético Español, Puebla y Cruz Azul, sin embargo, la Federación Mexicana cometió la tremenda injusticia de jamás convocarlo a la selección nacional.
Llegó a la Franja en 1971, en la temporada que marcó el regreso del club a la primera división. Después se marchó al Atlético Español, donde se convirtió en un referente, pues llegó a una gran final, pero no pudo acariciar la gloria porque cayó ante el club cementero en la campaña 1973-74. El centrocampista llamó mucho la atención debido a su garra y constancia, ganándose la idolatría de propios y extraños.
También ostentó la marca de disputar 292 partidos en la liga mexicana y consiguió la Copa Campeones de la CONCACAF en la 1975-76. También como jugador celeste participó en el triunfo de la temporada 1978-79.
Una joya española que se convirtió en una Leyenda Enfranjada