En 2013, el entuasiasmo que despertó la adaptación al anime de «Attack on titan», un manga originalmente publicado en 2009, se debió en parte a la persona que estaría al frente del proyecto.
Años atrás, Tetsurō Araki había llevado a la cima del éxito a la hoy clásica «Death Note», otra adaptación de un manga. Y aunque la calidad del animación de «Attack on titan» ya fue desde el principio un trabajo de calidad, pocos imaginaron que con el tiempo no sólo igualaría el éxito de «Death Note», sino que superaría las calificaciones de otras grandes series. Eso, al menos, en el sitio de entretenimiento IMDb.
Escrito e ilustrado por Hajime Isayama, «Shingeki no Kyojin» es una serie de manga que se centra en Eren Jaeger, un joven que, junto a sus amigos, se une al ejército con el objetivo de vengar la muerte de su madre y la destrucción de su pueblo a mano de los titanes, seres humanoides de gran tamaño cuyo origen, al principio, es presentado como un enigma.
Lanzada en 2013, la serie se encuentra actualmente en su cuarta y última temporada, con capítulos cuya calificación en el portal IMDb ha ido a la alza y han alcanzado el 10 perfecto, algo que sólo había logrado otra serie con millones de fanáticos en todo el mundo: Breaking Bad.
Con su capítulo «Asalto», «Attack on Titan» igualó la calificación otorgada al capítulo «Ozymandias» de la serie protagonizada por Bryan Cranston. Además, la calificación de 9.9 otorgada a los dos capítulos previos hizo que la serie superara a otra gran producción serial contemporánea en el sitio, que es «Game of Thrones».
Pero el éxito alcanzado por la serie no ha estado exento de críticas por parte de los fans: en la última temporada, los fanáticos criticaron la incursión de CGI (imagen generada por computadora) en la animación presentada en ciertos episodios, especialmente a la hora de traer a la vida a los titanes. Algunas de las críticas fueron directamente contra los encargados de la animación de este temporada, Studio MAPPA.
Sin embargo, también ha habido fanáticos comprensivos, quienes atribuyen el probable descenso en la calidad de la animación a que Japón aun se encuentra en situación de pandemia.
Si bien la primera animación japonesa data de 1907, el anime terminó por cosechar éxito fuera de aquel país hasta la década de 1970 y 1980, con la salida de producciones como «Mazinger Z» y «Mobile Suit Gundam».
Aquel fue el inicio de una época dorada ininterrumpida, con títulos que han marcado a las generaciones recientes como la serie de Dragon Ball o de los Caballeros del Zodiaco. Pero más allá de estas historias, que algunos podrían criticar de fantasiosas, la industria del anime también ha dado origen a trabajos con mayor elaboración en su argumento y que se han atrevido a abordar la filosofía, como la propia «Attack on titan», «Neon Genesis Evangelion» (1995) o «Death Note», entre otros.