El futbol visto como deporte y como espectáculo para los aficionados que pagamos un boleto, compramos los accesorios oficiales de nuestros equipos favoritos y generamos el rating televisivo, es muy sencillo, lo único que anhelamos es que nuestro equipo juegue bien al futbol, a veces sin importar que pierda o empate mientras se respeten “las formas” de hacerlo. La mayoría de los jugadores y entrenadores ven el futbol desde otra óptica, para ellos el “ganar como sea” y tener equipos “equilibrados”, pero ganar al fin de cuentas, es lo más importante y si con esta filosofía se ganan títulos, pues que mejor. Aquella frase célebre del sabio y perspicaz Manolo Lapuente “si quieren espectáculo vayan al circo” es la generalidad de la forma en que se piensa y se juega el futbol en México, aunque los entrenadores digan lo contrario en su ya caduco y aburrido discurso.
Son contados los equipos, directivas, cuerpos técnicos y jugadores que gustan y tratan de ofrecernos futbol de calidad, divertido, ofensivo, espectacular, sin importar si reciben 4 goles mientras ellos anoten 5. El ejemplo más claro de esta filosofía en el último lustro es el León, un equipo que rompió récords en la división de Ascenso y, contrario a lo que hacen los equipos que recién ascienden, mantuvieron y siguen manteniendo la misma filosofía futbolística desde su primer partido en la Primera División, ser espectaculares.
La etapa de oro de la Fiera, y sin duda una etapa que quedará marcada en la historia del balompié azteca, comenzó en el Torneo Clausura 2012 de la Liga de Ascenso cuando el uruguayo Gustavo Matosas tomó las riendas del equipo, que venía de hacer un buen trabajo con Querétaro. Matosas logró convencer a un grupo de jugadores que eran francamente desconocidos en el medio futbolístico, sin ninguna jerarquía pero con gran calidad. Entre ellos el “Chapito” Montes, El “Gullit” Peña, el “Gallito” Vázquez, William Yarbrough, Nacho González y extranjeros como el colombiano Darío Burbano. Sin ninguna derrota a cuestas lograron pasarle por encima a Lobos Buap en la final del torneo para luego ganarse su boleto al máximo circuito barriendo a los Correcaminos.
Sin duda pertenecer al Grupo Pachuca encabezado por Jesús Martínez ha sido la clave del éxito, su dirigencia ha sido diametralmente diferente a la que en su momento llevaron a cabo Roberto Zermeño y Carlos Ahumada, anteriores dueños del Club. Una vez instaurados en la Primera División se hizo una fuerte inversión en el plantel y lograron excelentes contrataciones como la del argentino Mauro Boselli, el uruguayo Matías Britos y el internacional mexicano Rafa Márquez que aunado a los jugadores que venían del Ascenso formaron un equipazo. La Fiera comenzó a ser protagonista de la Liga desde el primer partido del Apertura 2012, cautivó a la afición mexicana con su vertiginoso futbol, con la alegría en que se iban al ataque y con la fantástica forma en que trataban la pelota. El León hizo del Nou Camp, su casa, uno de los estadios más complicados en el futbol mexicano, poco salían vivos. El éxito futbolístico de los Panzas Verdes fue jugar igual tanto de local como de visitante; la filosofía de Matosas era buscar continuamente la portería rival aunque el partido se fuera ganando por diferencia de 3 o 4 goles. Verlos jugar cada 8 días empezaba a ser una obligación, este equipo divertía a propios y a extraños.
Su gran futbol y su excelente dirección técnica les valió conseguir lo que solo Pumas había conseguido hasta entonces, el bicampeonato. Alcanzaron su primera final en el Apertura 2013, enfrentando nada más y nada menos que al América de Miguel Herrera que buscaba el bicampeonato. Estaba puesta la mesa para vivir una final épica, dos equipos que veían el futbol de la misma forma, que no solo peleaban por la posesión de pelota sino que sabían exactamente qué hacer con ella. La final resultó desequilibrada, el León aplastó a las Águilas con marcador global de 5-1 y se coronaron en el mítico Estadio Azteca. En la siguiente temporada, Torneo Clausura 2014, el equipo tuvo un inicio lento como todos aquellos que llegan a la final en diciembre, poco tiempo de descanso, nula pretemporada y, además, jugaban la fase de grupos de la Copa Libertadores. Aun así, su futbol no cambiaba, siempre proponiendo partidos de ida y vuelta, siempre divirtiendo a los aficionados.
Fue hasta última jornada que logró su clasificación a la liguilla, después de un rotundo fracaso en la Copa Libertadores, gracias a una combinación de resultados avanzando en octavo lugar. Tantos partidos acumulados en tres meses hicieron que La Fiera tomara ritmo y el nivel mostrado el torneo anterior justo en el momento preciso, conforme iban avanzando en la liguilla el León jugaba mejor. Por segunda vez consecutiva lograron acceder a la final, pero ahora su rival era su hermano mayor, el Pachuca, al que venció después de dos partidos espectaculares con un gol en tiempo extra de Nacho González para llevarse el bicampeonato. En tan solo dos años el León lograba marcar una etapa en el futbol mexicano.
Los cambios aparecieron seis meses después del Bi, Gustavo Matosas renunció a la dirección técnica después de no haber calificado a la fiesta grande en el torneo siguiente. Entonces, La directiva se decidió acertadamente por el argentino Juan Antonio Pizzi que venía de haber dirigido al Valencia de España. En León dirigió todo el año 2015 y tres partidos del actual campeonato, el Clausura 2016. La propuesta de la Fiera bajo el mando de Pizzi fue la misma, un equipo que no jugaba tan bien al futbol pero que siempre buscaba el arco contrario. Por momentos era un equipo totalmente desequilibrado que igual ganaba por 4 goles y la siguiente semana perdía por 4. Sus jugadores clave no estaban en buen momento, sufrieron la partida de Matosas y tardaron en entender la idea de Pizzi. En el Clausura 2015 no clasificaron a la liguilla y en el Apertura 2015 son eliminados en cuartos de final a manos del América de Nacho Ambriz.
Sin convencer del todo a su afición ni a sus propios jugadores, Pizzi siguió en el timón hasta que fue contratado por la selección chilena. Pocos días después la directiva llegó a un acuerdo con el experimentado Luis Fernando Tena quien, en mi opinión, todavía vive de la medalla de oro conseguida en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. No es fácil conseguir a un entrenador cuando el torneo ya está avanzado y mucho menos encontrar a un técnico de renombre internacional, pero esta contratación va totalmente en contra de la filosofía de la Institución, Tena es un entrenador mediocre, defensivo, especulador, que pertenece a la filosofía del “ganar como sea” y de “mantener el resultado a como de lugar”, fiel al Lapuentismo. La pregunta es ¿cuánto le durará al León la inercia de Pizzi para poder ver la mano del “Flaco” Tena?. Solo el tiempo nos dará la respuesta.
El León en tan solo 3 años y medio en el máximo circuito le dio una lección al mundo del futbol, nos demostró que sí es posible tener un equipo espectacular y ganar títulos, que estás más cerca del triunfo si lo buscas y además lo haces jugando bien. Tener dos campeonatos de liga en tan solo 7 torneos no es fácil de conseguir siendo un equipo de recién ascenso, relativamente. La asignatura pendiente de los Panzas Verdes es contar con una participación importante en un torneo internacional, porque ya ha participado en dos, Copa Libertadores y Concachampions, y su paso fue con mucho más pena que gloria.
Más equipos como este necesita el futbol mexicano, atrevidos, descarados, que arriesguen y busquen continuamente la portería rival; el futbol no necesita de equipos fríos y calculadores. Que la Fiera siga rugiendo, cosechando éxitos y que continúen generando, a través de sus partidos, una necesidad para los aficionados al futbol.
