La Copa Bridgestone Libertadores, el torneo de clubes más antiguo del mundo y el segundo más importante después de la UEFA Champions League. Un torneo con elevado grado de dificultad que te lleva a visitar estadios míticos y a jugar contra equipos que gozan de gran prestigio a nivel mundial como Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo de Almagro de Argentina; Corinthians, Santos, Sao Paulo y Fluminense de Brasil; Colo Colo y la U. Católica de Chile, entre otros.
También es cierto que en muchas ocasiones los partidos se convierten en verdaderas batallas dignas de los barrios más bajos; los equipos sudamericanos gustan del juego rudo, ríspido, sucio, violento y recurren constantemente a un sinnúmero de artimañas y marrullerías. Además, la mayoría de los equipos del cono sur son tan malos ganadores como malos perdedores, especialmente los argentinos. Todo lo bueno y malo le da un sabor especial a esta Copa.
Los equipos mexicanos participan en ella desde 1998 cuando debutó el América de Carlos Reinoso y pudo acceder hasta los octavos de final, donde fueron eliminados por el River Plate en el estadio Monumental. Desde entonces hemos tenido fantásticas participaciones como la del Cruz Azul (2001), Guadalajara (2010) y Tigres (2015) que lograron el subcampeonato, América que logró avanzar hasta semifinales en tres ocasiones (2000, 2002, 2008) y otras destacadas actuaciones como las de Atlas (2000) y Morelia (2002). En contraste, hemos tenido participaciones de verdadera pena ajena donde los equipos mexicanos no solo no pasan de la fase de grupos sino que han arrastrado su prestigio y el de la Liga.
La pregunta obligada es: ¿por qué a los equipos mexicanos no les interesa la Copa Libertadores?. La respuesta es muy sencilla, no les interesa por la mediocridad que inunda las cabezas tanto de jugadores y entrenadores como directivos. El futbol mexicano es mediocre por naturaleza, tan mediocre que cualquier equipo puede ser campeón aun jugando un torneo bastante malo. Entonces, si cualquiera puede ser campeón bajo estas circunstancias, para qué arriesgarse a tirar la Liga en busca de una Copa que para muchos es imposible de ganar. Además, dado que estamos en un confederación diferente, normalmente no son enviados a la Libertadores los mejores representantes de la Liga Mx. Los equipos mexicanos llevan casi 20 años participando en la Libertadores y todavía no tienen la suficiente mentalidad para encarar torneos internacionales de esta envergadura. Pero, ¿qué tenemos a nuestro favor?. A favor tenemos equipos con mucho dinero, una liga que paga los mejores sueldos del continente, después de la MLS, ahora con tantos jugadores naturalizados los planteles son más competitivos y con más figuras, mejores estadios y un futbol menos mañoso que los sudamericanos. Solo falta que los equipos participantes tengan la convicción de que ganar una Copa Libertadores es infinitamente más prestigioso que ser campeón en la liga local.
Este año tenemos la participación de Toluca y Pumas que ganaron su pase directo gracias a que fueron los equipos que más puntos cosecharon en el pasado año futbolístico, quitando a América y Tigres que están participando en la Concachampions 2015-2016 al ser el campeón del Apertura 2014 y el subcampeón del Clausura 2015, respectivamente. El Puebla ganó su medio boleto por ser el actual campeón de la Copa Mx y tendrá que ganarse su acceso a la fase de grupos enfrentando nada más y nada menos que al Racing Club de Avellaneda, mejor conocido en Argentina como “La Academia”. La serie comienza este miércoles 3 de febrero en el Estadio Cuauhtémoc y el partido de vuelta será el miércoles 10 de febrero en el estadio Presidente Perón en Buenos Aires.
¿Trascenderán los tres equipos en la edición 2016 de la Copa Bridgestone Libertadores?. Vamos por partes. El Toluca está ubicado en el Grupo 6 con San Lorenzo (Argentina), Gremio (Brasil) y la Liga de Quito (Ecuador). Los Diablos Rojos tiene varios años sin un título en México, Pepe Cardozo lleva 5 semifinales de forma consecutiva y le urge coronarse antes de que le den las gracias. No tienen un gran plantel para jugar ambos torneos, por lo que mi pronóstico es que Toluca desecha la Copa en fase de grupos. Los Pumas se ubican en el Grupo 7 con Olimpia (Paraguay), Emelec (Ecuador) y Deportivo Táchira (Venezuela), un grupo que parece muy cómodo para acceder sin ningún problema, al menos, a los octavos de final. Hicieron varias contrataciones para hacerle frente a la Copa y tienen plantel para competir no más allá de los cuartos de final, aunque tiene un gran defecto, a Memo Vázquez como entrenador. Mi pronóstico es que los Universitarios se quedan en octavos de final. El Puebla es un caso particular, de acceder a la segunda fase se encontraría con Boca Juniors (Argentina), Bolívar (Bolivia) y Deportivo Cali (Colombia), tarea nada sencilla. La Franja tiene severos problemas de descenso, un plantel muy corto y sin figuras, que deberá enfocarse únicamente en la permanencia. Mi pronóstico es su eliminación a manos de “La Academia”.
Solo el tiempo nos dirá el progreso de estos tres equipos en busca del “sueño libertador”, pero dadas las circunstancias no se vislumbra un panorama positivo para ninguno; ojalá me equivoque y Toluca, Pumas o Puebla se traigan la Copa de “Campeón” a México.