Después de siete jornadas en el Apertura 2018, los equipos poblanos siguen manifestando síntomas de irregularidad, sin poder ninguno imponerse por su sistema de juego, sus resultados o por la actuación destacada de alguno de sus elementos.

De los 21 puntos que se han disputado, apenas juntando lo hecho por los dos equipos se llega a la mitad de efectividad al sumar Puebla siete unidades, por cuatro de Lobos BUAP.

Sobre cada uno de los casos, Puebla tiene marca de dos triunfos, un empate y cuatro derrotas, estando cerca de dejar al menos en los resultados este mal momento con la doble jornada, donde obtuvo un empate ante Necaxa, un triunfo frente a Atlas y regresando a la derrota en su visita a Tuzos.

En funcionamiento el cuadro de Enrique Meza sigue buscando formas para jugar mejor, moviendo su once inicial y probando en especial en la delantera, ya que Lucas Cavallini solo ha conseguido un gol en siete partidos disputados. Con un plantel con mejores recursos que otros torneos, la Franja comienza a decepcionar.

Lobos BUAP es un caso particular, jornada tras jornada muestra que es un cuadro muy limitado, con pocos recursos en todas sus líneas y buscando hacer mucho con lo poco que ofrece su plantel.

Juan Francisco Palencia ha mostrado buenas cosas en funcionamiento, siendo sólido en mediocampo, pero sin nadie capaz de definir las pocas acciones de gol y sufriendo en el fondo por la poca velocidad de sus defensas. Esto pone en un punto interesante a la directiva, si cambiar o no de técnico ante las pocas soluciones y recursos que tiene.

Esta crisis de ambos cuadros no solo se nota en los resultados, también en las entradas de cada uno de los estadios Universitario y Cuauhtémoc, una afición que se ha vuelto apática y que hace pensar en que tan bueno es que la ciudad de Puebla cuente con dos equipos de futbol.

Por: Julio Sánchez