A poco más de un año de que fuera anunciada su remodelación y después de 688 millones de pesos invertidos, anoche reabrió sus puertas el estadio 2 veces mundialista de la colonia Maravillas.
Las nuevas rampas de las cabeceras norte y sur estuvieron a tope al igual que el resto del estadio. La nueva iluminación, los palcos renovados, las 2 pantallas recién instaladas y las 50 mil butacas nuevas estuvieron llenas de aficionados que presenciaron el duelo entre el actual campeón de Argentina, Boca Juniors, y el anfitrión de la noche Puebla FC.
La noche era especial, los colores azul y oro representan a una de las más grandes instituciones de América y el mundo; campeones de más de 10 copas internacionales entre las que destacan Libertadores, Sudamericanas e Intercontinentales.
La noche fue una fiesta y se podía sentir en cada rincón del inmueble poblano, las bandas de música sonaban previo al partido, la porra local cantaba y animaba al resto de aficionados presentes, las luces de los flashes fueron una constante durante la noche y los fuegos artificiales estuvieron presentes también.
Boca y Puebla saltaron a la cancha con sus cuadros titulares, después de poco más de 15 minutos de retraso a causa de la vestimenta del guardameta Orión, que era igual al del cuadro local, el partido arrancó; a pesar de no haber un título en disputa, ninguno de los cuadros quería salir con la derrota y eso se notó a lo largo del partido, un partido en su mayoría trabado en la media cancha.
Como era de esperarse los cambios comenzaron muy pronto en el partido y los cuadros titulares poco a poco se fueron convirtiendo en los segundos planteles, a pesar de esto el espectáculo no faltó y fue el Argentino, Matías Alustiza, el protagonista del encuentro al estar en constante movimiento y buscar siempre la verticalidad del equipo poblano además de marcar el único tanto de la victoria y fallar un penal, todo esto en el segundo tiempo.
Al final Puebla terminó con la victoria, Boca terminó con 10 jugadores por la expulsión de Rolín y los aficionados felices por el resultado que, aunque apretado y con falta de goles, no deja de significar un triunfo frente al cuadro xeneize.
Este resultado es importante para Puebla de cara al encuentro de mañana frente a Querétaro, en palabras de Matías Alustiza les da confianza y seguridad para cerrar con la mejor actitud el torneo y obtener un resultado histórico que los regrese a una liguilla después de 6 años de ausencia.