Por, Zac Villegas

Empiezas un 2020 con más retos de los que seguramente te propusiste en la cena de Año Nuevo, teniendo vagamente la idea de que con paciencia, trabajo, serenidad y huevos los lograrías, la romperías.

Este fin de semana, tras un partido de 90 minutos donde te mandaste con dos goles y con miles de elogios a tu persona, te conviertes en el máximo goleador en la historia del Wolverhampton, un equipo humilde que te ha adoptado como hijo propio y donde no te imaginas lo que has provocado tras semejante hazaña.

Has provocado en destronar a su mejor goleador, en poner a tu equipo en lo más alto de la tabla de la Premier League, en romper con likes y comentarios las redes sociales, pero sobre todo, en modificar con buen fútbol la historia de los Wolves.

Eres él, en que cada partido aprende más y más en trabajar en equipo, bajar para defender el arco, así como subir, para acompañar el ataque de tu manada. Cazador, tú presa el gol. Olfato goleador, dinámico, versátil, en cada partido, donde si no logras tu objetivo, ya fuiste partícipe del él.

Si no estás provocando que las barras se levanten, ya estás armando el contragolpe. Si estás festejando el gol de tu compañero, es porque tú fuiste el coprotagonista en ese pase que hizo la diferencia.  No me imagino todo lo que está pasando por tu cabeza en este momento.

Los medios especializados, los expertos en balompié, los que no saben ni un carajo de lo que hablan pero que hablan de ti, todos, absolutamente todos, queremos, deseamos, pretendemos manejar tu futuro, porque lo que en su momento el mismo Rafa Márquez logró con Barcelona, queremos lo logres tú.

Eres un orgullo para toda una nación amante del fútbol, no dudo que haya niños que porten una camiseta con tu nombre, número y con las mismas ganas de llegar hasta dónde estás tú. Te queda un largo camino por recorrer, vestido de amarillo combinándolo con tu guante en la mano, con compañeros que se acoplaron a ti y tú a ellos, con un técnico humilde confiando en ti. Eres lo que provocas Raúl, eres magia, eres humilde… ¡eres crack!

“¡Si señor! Pass the ball to Raul and he will score…”