Las Chivas rayadas del Guadalajara, el rebaño sagrado, es uno de los equipos llamados grandes en el fútbol mexicano que atraviesa por una grave crisis en la actualidad. Cierto es que el equipo de mis amores es el América, pero nunca he dejado de reconocer lo que representa este equipo en cuestión de afición, convocatoria y la polémica que desata en los medios de comunicación. Es sin duda uno de los pilares en los que está cimentado el deporte en nuestro país.

Fotografía LNF Network
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Los aficionados a las Chivas extrañan las glorias que vivió el equipo con los campeonatos de 1956-57, 1958-59, 1959-60, 1960-61, 1961-62, 1963-64, 1964-65, 1969-70 de la mano de históricos jugadores como Chava Reyes, el “Jamaicón” Villegas, el “Tigre” Sepúlveda y el “Bigotón” Jasso. Gracias a estos jugadores y los ocho títulos conseguidos se ganó el mote de “campeonísimo”. Después, la historia ha dado un giro de 360 grados pues solo han conseguido tres títulos: el de la temporada 1986-87, el del Verano 1997 y el del Apertura 2006 para dar un total de 11 títulos en la era profesional, que lo convierte en el segundo equipo con más campeonatos de liga en nuestro balompié.

Desde la instauración, en 1996, de los torneos cortos en México, las Chivas solo han conseguido ganar 2 campeonatos en 37 torneos, lo que significa que el Guadalajara gana un título cada 18.5 torneos, es decir, que si tomamos en cuenta que son dos torneos por año futbolístico, gana un título cada 9 años, aproximadamente. ¿Este comportamiento realmente va acorde a un equipo llamado grande?, ¿qué le pasó al Guadalajara?, ¿en qué momento entró en esta grave crisis?. La crisis de las Chivas no data de hace cuatro torneos, si no que arrastra una crisis de al menos 20 años; un equipo “grande” de ninguna manera puede ni debe levantar una copa cada 9 años.

Fotografía LNF Network
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La crisis se hizo más profunda desde que Jorge Vergara se convirtió en el dueño del equipo el 31 de octubre del 2002. En un principio se creía que Jorge era la solución de largo plazo, que le iba a cambiar la cara al rebaño sagrado, que lo iba a regresar a ser un equipo contendiente y ganador, con un futbol agradable a los ojos de los aficionados, con los mejores jugadores mexicanos y, sobre todo, en un equipo con personalidad. Pero, ¿qué hizo mal Vergara?. El objetivo de Jorge era que las Chivas tuvieran las mejores fuerzas básicas del país, que formaran jugadores de calidad para integrar un equipo que en su mayoría tuviera jugadores “hechos en casa”, con alguna incrustación en posiciones clave de jugadores con experiencia provenientes de otros equipos.

Fotografía LNF Network
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En la teoría todo parecía perfecto, “invertir para formar” era el mejor método que tenía el Guadalajara para hacerle frente a los elevados precios que los equipos restantes le ponen a sus jugadores mexicanos y, que en la mayoría de las ocasiones, son precios que no corresponden a los presupuestos del balompié nacional. El problema radicó en que Vergara quizo hacer de las Chivas un negocio económico y no deportivo, su objetivo empezó a ser la venta de jugadores a Europa como el caso de Javier Hernández, El “Maza” Rodriguez y Carlos Salcido y destrozar la columna vertebral del plantel a cambio de billetes verdes. No obstante, también la formación de jugadores para su venta dentro del territorio nacional dieron al traste con lo que Jorge había prometido en un inicio. El resultado fue el agotamiento de la cantera, la falta de calidad en el primer equipo y, lo que en un principio significó entrada de dinero, se convirtió después en salidas masivas de dólares por concepto de compra de cualquier tipo de jugadores que están lejos de las exigencias de este Club. Un equipo grande no debe formar para exportar y olvidarse de su principal objetivo: ganar títulos.

Fotografía LNF Network
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Aunado a lo anterior, las malas decisiones en la compra de jugadores, entrenadores, la invención de todo tipo de puestos directivos, el darle total ingerencia a su exesposa Angélica Fuentes en las decisiones deportivas y administrativas del equipo y que Jorge Vergara no ha sabido delegar responabilidades, ha derivado en una absurda y creciente rotación de entrenadores y directivos que han terminado por desestabilizar a toda la Institución.

Todos estos problemas han llevado al Guadalajara a pelear por no descender, a arrastrar el prestigio en cada partido, a dar tristeza y que añoremos aquel campeonísimo que era invencible, transpiraba personalidad y daba miedo en cada una de las canchas donde se presentaba. Ahora es un equipo que carece de identidad, de un proyecto de corto, mediano y largo plazo, ya no saben si formar o comprar jugadores porque ambas cosas las han venido haciendomuy mal.

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A favor de las Chivas podemos decir que ahora juegan con mayor desventaja en relación al resto de los equipos al no poder contratar jugadores extranjeros ni naturalizados, pero eso siempre ha sido parte de su orgullo en las victorias y parte de su pretexto en las derrotas. Sus aficionados siguen viviendo del pasado, de la historia, de aquel campeonísimo que ya no existe, siguen viviendo de la venta del Chicharito al Manchester United, del subcampeonato en la Copa Libertadores en 2010 y del partido amistoso que le ganaron al Barcelona, mientras su presente y su futuro lo tiene puesto en una estrella fugaz llamada Marco Fabián y ahora en el entrenador argentino Matías Almedia. Si ese es su presente y su futuro, que la liga de ascenso comience a prepararles una cálida bienvenida porque la NETA, los méritos, ya los tienen.

Luis Alberto Bravo Pérez

@luisbeto8